Mister Money Mustache es un blog en inglés que me gusta seguir, no teniendo con quién platicar de lo que aquí se escribe, a veces me da por hacer alguna traducción para compartir la información con los que conozco. No soy tan persistente como debería, entonces; como puede que traduzca más entradas, puede que no. Disfruten lo que hay y dense una vuelta por el blog original si les apetece: www.mrmoneymustache.com
Los errores son normales, no se fijen.
¿Quién es ese Mr. Money Mustache? El tipo cree que tiene todo resuelto y está tratando de ofrecer consejos financieros ¿o es sólo desprecio financiero a aquellos menos afortunados que él? Seguro, tal vez tú puedas tener un retiro temprano si naciste en una familia frugal, obtienes una buena educación y nunca cometes errores ¿Pero qué con el resto de nosotros? ¿Hay acaso laguna esperanza?
Mi nombre es El Realista. Estoy contribuyendo a este blog para añadir alguna perspectiva al idealismo duro de este "Mr.Money Mustache" (¿de cualquier manera quién necesita un nombre pegajoso y falso como ese?)
Entonces, la vida es difícil en el mundo moderno. Cambios rápidos en el entorno de los negocios significa frecuentes despidos y dificultad para mantener un trabajo estable. La inflación en el cuidado de la salud significa que gastamos más de nuestros pequeños cheques en gastos médicos cada año. Los precios de la gasolina son más caros de lo que solían ser, y así con otros gastos como la comida, el cuidado de los niños y la educación.
Mientras algunas personas logran salir adelante otras van a la bancarrota. ¿Todo es cosa de suerte, o hay algo que podamos hacer para vencer las probabilidades nosotros mismos? Como el realista, voy a intervenir para presentarte pequeños pero poderosos pasos que te ayudarán a salir adelante. A veces hay una delgada línea entre solvencia financiera y la bancarrota.
¿Qué tan delgada? ¿Qué tal $5 por mes?
He aquí tu lección del día: Digamos que está usted rompiendo o incluso pagando todas sus cuentas, gastando $500 al mes en cosas básicas con su tarjeta de crédito la cual paga totalmente cada mes sin intereses, pero no le queda un sólo centavo para ahorrar.
Entonces un McDondld's abre cerca de la oficina donde usted trabaja y usted comienza a comprar su comida una vez al mes en lugar de llevarlo en su bolsita café. De repente, ya no tienes suficiente para pagar la cuenta mensual de la tarjeta de crédito, así que comienza a formarse un pequeño saldo.
Mes #1: hay un balance de $505 y tú pagas $500
Mes #2: Te cargan los intereses de los $505 completos del primer mes al 17% ($7.15) más el déficit extra ($5) – Quedas corto por $12.17
Mes #3: Los intereses sobre $512.17 ($7.26) más el déficit de este mes ($5) – Ahora estás corto por $24
Ah, una hamburguesa al mes, $24 luego de 3 meses. No es malo, ¿o sí? SÍ LO ES.
Luego de 10 años, tienes una deuda en tu crédito de $4,282.69. Si no lo podías pagar cuando era de $505, las cosas de ven mucho más difíciles ahora.
Y eso es por $5 al mes. ¿Imaginas a alguien tan gastalón que fue al McDonald's una vez al día?
Esa persona estaría en deuda de $50,707 después de 10 años.
Wow, eso es verdaderamente extremo. Entonces, las lecciones del día son:
–NUNCA dejes una tarjeta de crédito sin pagar el saldo completo ni siquiera un mes– porque te cargarán los intereses de todas tus compras del mes completo incluso si sólo quedaste abajo del pago por unos cuantos dólares.
–Hay una pequeña línea entre permanecer a flote y ahogarte, incluso en un pequeño periodo como 10 años. Entiende esto y todas esas historias de gente que va a la bancarrota comienzan a tener sentido. ¡Pero también hay una línea delgada entre mantenerse a flote y elevarse rápidamente para volverse muy rico! ¿Qué si la persona incluso encuentra una forma de ahorrar $10 al día en lugar de gastar $5 por encima de lo que puede ganar al mes?
Crecí en una familia de bastante bajo perfil,
financieramente hablando. Siempre tuvimos suficiente dinero para el gasto
diario y mis padres nunca estuvieron endeudados, pero si fuiste uno de los
Joneses viviendo en la calle de con nosotros un poco más abajo, te metías en
apuros para notar algún gasto ostentoso.
Este aprendizaje ocurrió en un pueblo bastante pequeño
(destacamos apenas nuestra segunda vez más o menos por el tiempo en que llegué
a la preparatoria), y no había tanta riqueza para presumir por ahí. Lo más
cercano a riqueza era una chica guapa de mi clase llamada Kim quien conducía el
Cougar Mercury 1992 nuevecito de sus padres a la prepa todos los días.
Este pueblo se localizaba en otro país, el que se llama
“Canadá”, y éramos conocidos por ese tiempo por ser menos ricos y ostentosos
que nuestros vecinos al sur. Tipos robustos con grandes barbas y camisa a
cuadros, tú sabes.
Y finalmente, todo esto pasó hace más de veinte años, en un
tiempo en que todos nosotros teníamos una vida más simple y menos ostentosa. Los verdaderamente primeros
celulares —los que estaban atados con un cordón bobinado a una base tan grande
como una batería de carro— eran sólo cosas para observar con curiosidad y
costaban $1999 en la última página del catálogo de Radio Shack.
Aun en la universidad yo estaba muy poco consciente de la
riqueza. Nosotros los ingenieros nos distinguimos por nuestra falta de
habilidad de alarde de dinero (y detección de estatus), entonces yo pensaba en
todos nosotros como iguales. Había un par de niños raros que tenían caras
bicicletas de montaña o computadoras laptop por ese tiempo, pero la mayoría,
pagábamos nuestra propia matrícula y vivíamos en departamentos económicos.
Aquí que la mayor parte de mi vida temprana, ni siquiera estuve
consciente de que el dinero era algo que se podía presumir a los demás. Creía
que era una herramienta para comprar tus cosas de la tienda, o si tus padres lo
hacían bien, una alberca en el jardín trasero.
Creo que tuve mi primera experiencia de ostentación justo
después de graduarme y comenzar a trabajar de tiempo completo en el campo del
software. Algunos amigos y yo fuimos en un viaje de verano a la playa
“Sherkston”, una versión canadiense de bajo presupuesto de lo que llaman “Spin
Break” aquí en USA.
Cervezas en mano, caminamos por la costa para unirnos a la
fiesta. Noté esa larga línea de muy limpios y brillantes autos que estaban estacionados
a lo largo de la línea, y cada uno tocaba algún tipo de música bailable boo-tss-boo-tss
de algún modelo moderno de sistema estéreo. Los propietarios de los carros,
invariablemente tipos de torso desnudo y bronceado con lentes de sol caros,
puntas de cabello congeladas y sus pequeños músculos cuidadosamente flexionados
estaban caminando ocupadamente alrededor de sus autos, tendiendo a esto o
aquello, ajustando sus heladeras de cerveza o puliendo sus pelotas de vóley bol
o de alguna manera manteniéndose ocupados.
“¿Qué sucede aquí?” Fue lo primero que me pregunté “¿Por qué
esos carros están tan limpios? ¿Por qué están tan acicalados en un viaje de
acampar?”
“Oh… creo que lo tengo… están intentando mostrar su riqueza
para beneficiarse de las bellas damas que nos rodean.”
Toda la escena se veía un poco divertida impulsada por la
evolución, como el complejo baile de cortejo de ave en Madagascar que a David
Attenbrough le gusta enseñarte:
En ese tiempo yo estaba ya en mi primer trabajo de
ingeniería, probablemente estaba yo haciendo más dinero que cualquiera de los
muchachos pájaros danzantes. Y tenía un mejor carro, aún no había aprendido lo
tonto de este tipo de compras. Recuerdo a mi carro, lleno de polvo y estacionado
a un lado de mi tienda de acampar, consiguiendo un poco de atención positiva de
las damas… y admito que se sentía bastante bien entonces.
Ya mayor y habiéndome mudado a los Estados Unidos, de alguna
manera todo había mejorado un poco, casualmente vi un lote de autos lleno con
carros más lujosos que cualquier cosa que hubiera conocido en toda mi infancia.
Aprendí acerca de los vecindarios donde la gente habla acerca de la riqueza de
los demás y aún obligan a hacer jardinería y pintar las casas para “preservar
el valor de sus propiedades”. Escuché acerca de “Membresías para el club de
golf”, un concepto bizarro donde pagas miles de dólares por adelantado, por el
privilegio de jugar, y cientos de dólares adicionales cada que juegas golf en
ciertos campos. Y aprendí que la gente considera prestigioso gastar dinero en
estas cosas caras, más aún consideran una privación llevar una vida que no
incluya estas cosas costosas.
Cuando los recién llegados tropiezan con el blog de Mr. Money
Mustache, se emocionan inmediatamente por la idea de retiro temprano y una vida
completa de libertad. Pero se desaniman inmediatamente cuando se enteran que
para lograr esta libertad, necesitan
gastar mucho menos dinero del que ganan, durante varios años.
“¡Maldición!” dicen. “Quiero la recompensa, pero no quiero
las privaciones y las batallas que toma conseguirla ¡Seré visto como un
perdedor por mis amigos si se me ocurriera adoptar ese tipo de frugalidad!”
Bien ¿adivina qué? Puedes dejar tus miedos de verte como un
perdedor, porque las cosas han cambiado. Si no has oído la palabra, aquí está:
Frugalidad es la nueva admiración.
Permítanme explicarlo, para aquellos que aún no se
convencen.
En la antigüedad, los tiempos eran más difíciles. Muchos de
nosotros batallábamos para mantener comida en la mesa y para evitar que el agua
se colara por nuestros techos. El sistema económico era simple, basado en hojas
de papel en bóvedas de banco y carpetas de archivo, y monedas de oro. El
sistema de crédito estaba en la infancia así que el tipo promedio no podía solo
ir a pedir dinero prestado y comprar cualquier cosa que quisiera.
En estas condiciones, se requerían habilidades reales para
salir adelante. Un hombre debía realmente dominar el sistema para sacarse a sí
mismo de la pobreza. Esto significaba dominar conceptos financieros,
entendiendo las emociones de sus semejantes para crecer hasta una posición de
liderazgo, y aún conquistar sus propios miedos y letargo para evitar la
tentación de sentarse en casa y no hacer nada durante todo el día.
Sólo después de dominar estas tareas, podía alguien comenzar
con un negocio exitoso o ganar una promoción arriba de la actual, y sólo a ese
punto podía tener suficiente dinero para comprar una casa ostentosa, o arte
costoso, o joyería, o cualquier símbolo de estatus que hubiera por entonces.
Entonces cuando el hombre exitoso de antaño caminaba por la
calle con estas muestras de éxito, podía deducir razonablemente que él era
realmente todo un señor. Por supuesto, si después él trasmitía su riqueza a
niños que pudieran ostentar la riqueza sin haberla ganado, su propio prestigio
se diluiría. Por un momento, vamos a imaginar cuando una buena parte de la
riqueza norteamericana de principios del siglo XX se hizo de esta manera. Por
esta causa, mostrar tu riqueza era una señal de estatus, lo cual probaba que
habías tomado el camino difícil y tenido éxito.
Ahora avancemos al presente. Todo es asombroso —todos
tenemos computadoras con pantalla táctil en nuestros bolsillos que pueden
escuchar nuestras voces y contestarnos, mientras accedemos al conocimiento de
toda la humanidad por medio de ondas de radio. Poseemos autos que nos pueden
disparar a través del país en la comodidad de un clima controlado, y son tan
baratos como para que los compren adolescentes con salario mínimo. Y más significativo,
el crédito está tan disponible que cualquiera con ritmo cardíaco puede firmar
por decenas de dólares en deuda. Puedes comprar cualquier cosa que quieras, aún
si no tienes dinero en absoluto. La gente compra casas con 80% de hipoteca y
una segunda hipoteca por el otro 20%, y los carros se compran sin soltar un
solo dólar también. Y casi cualquier persona lo hace.
En este ambiente, el camino fácil es hacer lo que todos los
demás están haciendo. Ves un anuncio de una iPad, o de una Chevrolet Traverse y
te emocionas por el poder y la elegancia. No tienes dinero, pero gracias al
anuncio y la presión de tus amigos te llenas de deseo. Así que pasas una
tarjeta o firmas algún papel y ahora también posees tu capricho.
A todo el mundo le gusta salir por sushi las noches de los
viernes y comprar un par de botellas de Kirian y Sake para acompañarlo. Ríen y
pasan un gran momento para recordar. No se preocupan de no ser dueños de sus
casas ni que andan en autos fiados “¡Esta socialización es importante!”, ellos
racionalizan “¡Y este sushi es extremadamente rico!” Tú quieres participar
también. Te conduces hacia el restaurante en tu auto fiado y vives “la buena
vida”.
Puede ser agradable consentir estas cosas, y seguro es
fácil. Pero hay otro camino disponible: el más difícil.
Cierta gente extraña vive en la misma sociedad, y trabaja en
los mismos trabajos como la gente arriba descrita. Pero son un poco mejores en
matemáticas, y ellos pueden pensar un poco más allá hacia el futuro. Ven que el
dinero es útil para gastar, pero es aún más útil como herramienta para ganar
dinero. Así que se entrenan a sí mismos para dominar las finanzas, y trabajar
duro, y en autodisciplina. Y se las ingenian para tener tanta diversión como
los grandes derrochadores, mientras se aseguran de hacerlo en una forma que les
permita guardar al menos de 50 a 70% de sus ganancias. Está probado que esa
gente puede alcanzar o exceder los niveles de felicidad que el grupo más
derrochador. La única diferencia es que ellos son capaces de gastar menos.
Por principio de todo, las investigaciones muestran que los
derrochadores están de hecho consumiendo demasiado de los recursos del mundo.
Las reservas de petróleo, las capas de hielo y los ecosistemas están recibiendo
un gran golpe. Los derrochadores se niegan a creer esto, atándose e cualquier
información que les justifique continuar con su estilo de vida. Las compañías
que les proveen están demasiado felices como para proporcionarles esta
información. Sólo aquellos con la habilidad de entender la información
científica son capaces de ver a través de la niebla.
En esta situación ¿cuál grupo es el gran señor, el más
preparado, y el que merece más el estatus social? ¿Los derrochadores o los
ahorradores?
¿Ves? La frugalidad es, obviamente, la nueva admiración. La única
razón para mantenerse en un estilo de vida no frugal después de toda esta
evidencia, es si eres demasiado obstinado y estúpido para aceptarlo
¿Continuarás peleando contra la frugalidad, para mostrarle al mundo lo
obstinado y estúpido que eres? ¿O serás tan endemoniadamente sabio para justo
desde ahora comenzar a mostrar tu mejor lado?
La única cosa que ha perdido del mundo de los ricos la gente
del lujo frugal, ha sido el apoyo de la comunidad. Cuando eres más listo que el
99% de tus vecinos en una forma que los intimida, tenderás a perder
invitaciones a las noches semanales de póker.
Pero ahora los tiempos están cambiando. La Nación Mostacha
ha nacido. Da una mirada a los comentarios sobre estos artículos en el foro. Estas son personas reales, decenas de miles de ellos, quienes se han colectado aquí en un blog de menos de un año sin anuncios ni promoción. Estas personas ya estaban afuera, y el número crece todos los días cuanta más
gente ve la luz.
Una gran cosa acerca de la frugalidad es que te sigue
permitiendo mostrarte en una hilarante manera social. En los días pasados, los
ejecutivos en el club de golf sentían camaradería mientras mostraban sus Rolex
y BMW’s y palos de golf de titanio de miles de dólares. La naturaleza de estos
productos no era en realidad hacer la situación divertida, era un hecho que
ellos se sentían más cercanos cuando bromeaban acerca de las últimas
adquisiciones.
Cuando los mostachanos se reúnen, muestran cómo modificaron sus camionetas de 30 años para trabajar más duro que las nuevas mientras queman menos
gasolina. Ellos llevan sus radios hechos en casa al campamento y comparten historias y consejos de cómo fueron
hechos usando únicamente materiales sobrantes. Discuten estrategias para
alimentar a una familia al pico de nutrición y sabor, por menos de un dólar por
persona por comida. Y en lugar de competir por consumir más, esta gente de
hecho tiene algo más de qué enorgullecerse —ellos descubren el camino necesario
hacia una vida sustentable para cada uno. Eventualmente, todos los seres
humanos deberán aprender a vivir con lo que el planeta puede regenerar cada
año. Cuando usas más que eso, estás robando recursos a tus propios hijos y al
resto de la gente con la que compartes el planeta. No debes sentir culpa por
esto… pero siéntete bien cuando pares de hacerlo.
La apreciación de nuestro señorío aún es escasa, pero está
creciendo. Si adoptas un estilo de vida frugal, puede que tengas que soportar
algunas tonterías equivocadas de consumidores despistados a tu rededor. Recibo
muchas de ellas de los lectores del MSN en enero, pero nadie me ha molestado
tanto en la vida real. Aunque también te encontrarás con que comienzas a
recibir algunas miradas de envidia y respeto de otras personas por tus
habilidades de frugalidad. Eventualmente, justo como los financieros de 21 años
de BMW consiguen respeto en un Spring Break hoy, a su debido tiempo te
convertirás en un héroe en tu propia comunidad por hacer lo que es correcto.
Pero irónicamente, las mismas habilidades que te hicieron
llegar ahí, significan que no darás una mierda por lo que ellos estén pensando.